Me gustaría que los médicos acepten cuando no saben como manejar mi depresión. Con el tiempo aprendí a detectar cuando los médicos simplemente improvisan e intentan conservarme como paciente el mayor tiempo posible sin importar que mi situación empeore.

La mayoría de los médicos que han tratado mi depresión así como otros problemas de salud suelen tomarse mi caso muy a la ligera. Casi siempre muestran un nocivo exceso de confianza que me resulta desagradable. Y peor aun, cuando manejan la situación con un peculiar sentido del humor que me resulta impertinente.

Recuerdo un día en el que me hallaba postrado en la cama de un hospital con un profundo dolor estomacal. El medico que estaba a cargo me trataba con un absurdo sentido del humor que me incomodaba. Yo le explicaba como me sentía y el respondía sonriente que todo estaba bien y que solo eran exageraciones mías.

Cuando sale de la habitación veo que le dice al oído algo a mi madre. Días después le pregunté a mi madre que le había dicho el medico en aquella ocasión. Resulta que el medico, después de sus chistes de mal gusto y de decirme que yo exageraba; le dijo a mi madre al oido: "Aviseme si vomita heces".

Lamentablemente este tipo de situaciones han sido frecuentes en mi relación con los medicos asi como en lo laboral y lo sentimental.

En este audiolibro revelaré las circustancias que me han enviado a transitar este camino oscuro a través de la depresión.