El Espíritu del Pájaro y el Príncipe Rey es un libro del escritor colombiano Jaime Bedoya Martínez. El libro, en forma de poema épico, describe la transformación de un pájaro en príncipe y el efecto que esta nueva vida tiene en un reino.

Esta historia investiga varios temas relacionados con las virtudes que el hombre ha perdido a medida que la sociedad se ha ido convirtiendo en un foco industrial y consumista. Mientras que la transformación del pájaro en niño puede canalizarse en varias metáforas complejas, está claro que la intención básica del escritor es utilizar esta narrativa para señalar la disfunción de la humanidad. Los contrastes entre la vida de un animal humilde y la del hombre, cuya vida se ha visto comprometida por deseos anormales y perversos, dominan gran parte de la obra.

Un rey cuya esposa no puede tener un hijo pide la intervención divina, como lo hace un pájaro enamorado de la idea de convertirse en un niño. Cuando la transformación finalmente ocurre, hay una gran alegría de ambas partes. Una historia de redención y un futuro lleno de sabiduría y bondad da poder a un rey y a un reino. La transformación no es sólo física sino también intelectual y académica. Estudia, viaja, reflexiona y se convierte en un individuo único. Su origen en un mundo simple y puro tiene implicaciones a medida que la historia evoluciona.

La narrativa explora la tensión entre la esperanza y las cualidades de una sociedad utópica anticipada, y la realidad y las limitaciones de lo distópico que puede llegar a ser. Aunque el Sr. Martínez está entusiasmado con el escenario en el que se desarrolla su escritura, duda de la virtud de la sociedad humana y se muestra cuando los soliloquios dominan la trama; los protagonistas parecen dudar de sus motivos y destino. Pasajes enteros sirven como soliloquios sobre la culpa de la aproximación del hombre a la vida y a su prójimo. Al mismo tiempo, el escritor es un duro crítico de los deseos sintéticos y de la esclavitud de estas superficialidades.

Un príncipe rey con dudas sobre la vida en general es lo que obtenemos. La sensación de que una criatura sin nada de repente tiene todo no es un conflicto sorpresa; el Sr. Martínez lo maneja bien a medida que la historia alcanza sus cualidades redentoras máximas. Lo que constituye "nada" y "todo" se convierte en un punto de contención para los personajes y el escritor.