En el año 2028, Estados Unidos enfrentó su crisis electoral más sin precedentes desde... bueno, desde siempre. No se suponía que el 48º presidente de los Estados Unidos fuera un niño rey de 3.300 años que murió en un accidente de carro. Se suponía que no debía tuitear propuestas de política en jeroglíficos. Y definitivamente no se suponía que revolucionara la economía global con una criptomoneda respaldada por oro real de su tumba. Pero, de nuevo, nada en la década de 2020 salió según lo planeado.

Cuando la tecnología avanzada de inteligencia artificial resucitó accidentalmente a Tutankamón a través de una falla en un recorrido virtual por el museo, nadie esperaba que declarara su candidatura a la presidencia. Cuando lo hizo, nadie esperaba que fuera constitucionalmente elegible debido a un oscuro precedente legal de 1789 sobre "ciudadanos nacidos en territorios bajo jurisdicción de los Estados Unidos" (aparentemente, su sarcófago había estado prestado al Smithsonian el tiempo suficiente para calificar). Y absolutamente nadie esperaba que ganara. Sin embargo, aquí estamos, en un Estados Unidos donde la Reserva Federal ha sido reemplazada por la Pirámide Federal, donde cada reunión de presupuesto familiar comienza con "¿Qué duraría 3.000 años?", y donde la diplomacia internacional involucra muchas más joyas de oro de lo que se anticipó anteriormente.

Esta es la historia de cómo un faraón adolescente se convirtió en el líder del mundo libre, armado con nada más que sabiduría antigua, inteligencia artificial y una comprensión inexplicable de la tecnología blockchain. Es una historia de choque cultural, sátira política y lo que sucede cuando la vida eterna se encuentra con los límites de mandato. Algunos dicen que es lo más ridículo que le ha pasado a la política estadounidense. Otros dicen que es martes. Bienvenido a la Nueva Dinastía. —Sam Zuker, 2028