Este libro tiene como objetivo explorar el concepto de justicia holística a través de una lente centrada en las relaciones. Al entrelazar conocimientos de diversos campos y experiencias vividas, busca cultivar una comprensión de cómo se puede nutrir la justicia en todas sus dimensiones a través del empoderamiento de las bases y la cooperación a través de las diferencias.

El viaje comenzó examinando fundamentos filosóficos y marcos teóricos, basándose en tradiciones de sabiduría, doctrinas de derechos y perspectivas multidisciplinarias. Luego exploró estrategias prácticas y estudios de casos a nivel comunitario para ilustrar cómo los enfoques holísticos surgen orgánicamente desde cero a través de la colaboración cívica.

Se analizaron modelos de liderazgo de base y herramientas para afrontar la complejidad con respeto. Este análisis se cruzó con historias de esperanza que resaltaron cómo visionarios valientes han sostenido el progreso a nivel local a través de la construcción de relaciones y el compromiso cívico basado en principios.

Luego, las discusiones culminaron con la descripción de principios compartidos de empatía, responsabilidad y administración que pueden gestar la diversidad dentro de la justicia cuando se cultivan cooperativamente a través de nuestra humanidad común pero diversa. Se presentó una visión de progreso continuo guiado por una ciudadanía participativa basada en las realidades vividas.

Espero que los lectores obtengan una comprensión más profunda de la justicia holística como un proceso adaptativo que toma forma a través de la cooperación a través de divisiones desde abajo hacia arriba. Si bien sin duda persisten desafíos, las ideas de este viaje reflexivo fomentan el optimismo de que el cambio continuo centrado en las relaciones puede fomentar el bienestar, los derechos y la dignidad para todos.

Sobre todo, espero que este trabajo ayude a cultivar la esperanza: esperanza de que cuando nos veamos unos a otros no como oponentes sino como compañeros de peregrinación, y abordemos los conflictos no con sospecha sino con empatía, atención y mano abierta, podamos construir un mundo justo. a la que nos llama nuestra humanidad compartida. El viaje continúa.