Las teorías de la conspiración suelen surgir cuando las personas buscan explicaciones para acontecimientos o situaciones que consideran injustas o inexplicables.

Con frecuencia, estas teorías implican la existencia de un grupo subterráneo o una conspiración secreta de las altas esferas que está detrás de los acontecimientos en cuestión. Estas teorías pueden tener su origen en la historia, en la cultura popular o incluso en la experiencia personal de la persona que las elabora. También pueden surgir como un intento de dar algún tipo de significado a situaciones que de otra manera pueden parecer confusas, caóticas o sin sentido. Sin embargo, la gran mayoría de las teorías de la conspiración carecen de pruebas sólidas que las respalden.

Las teorías de la conspiración pueden ser creadas por una sóla persona o por un grupo de personas que comparten un interés común en un tema determinado. También pueden surgir como una forma de cuestionar la veracidad de la información oficial o de generar debate y discusión sobre un tema en particular.

Además de lo apuntado, algunas personas pueden sentirse atraídas por las teorías de la conspiración porque les otorgan una sensación de control y de comprensión en un mundo que puede parecer caótico o desconocido. También pueden sentir un cierto sentimiento de superioridad, al creer que conocen una información en cierto modo privilegiada o desconocida por la mayoría.

Pero ¿existen personas más propensas que otras a creer en teorías de la conspiración? Se puede combatir el pensamiento conspiranoico? ¿Qué armas tenemos para combatir la desinformación? ¿Qué podemos hacer para ayudar a alguien que ya ha caído en las redes de la conspiranoia? A estas y a otras muchas preguntas daremos respuestas en este libro.