A la princesa Aisha Al-Sabagh la dieron por muerta durante una rebelión en su país, Bhareib. Toda su familia fue asesinada, aunque ella logró salir con vida en plena revuelta sanguinaria. Cuando estaba a punto de desfallecer entre las dunas, una tribu nómada la adoptó y curó sus heridas. Ella es una sobreviviente, y ahora que los años han pasado, Aisha quiere recuperar lo que le fue usurpado con crueldad. No le importa tener que enfrentarse al actual rey de Bhareib, a quien por cierto considera un cretino y vulgar mujeriego. ¿Cómo podría ser de otra forma con la historia que lo precede? Ella está dispuesta a sacrificar todo lo que posee, incluso su corazón, para vengar la memoria de los suyos.

Acostumbrado a luchar en las mesas de negocios más complejas del mundo, el rey de Bhareib, Sayeb Al-Kahalel, se siente abrumado por la falta de inversión extranjera en su país; ningún esfuerzo puede desperdiciarse en su gestión, porque cada minuto cuenta. El día en que está a punto de sellar su futuro, una tormenta arrasa con sus planes, y lo hace bajo la forma de una hermosa guerrera de ojos cautivadores. Sayeb jamás contempló la posibilidad de reencontrarse con Aisha, menos que ella tuviese la capacidad de desestabilizar su férreo autocontrol e instarlo a creer que sus emociones quizá no están del todo oxidadas.

Las dunas serán testigos de una historia que no solo determinará el destino del Reino de Bhareib, sino también el de dos amantes temperamentales, cuya pasión rivalizará con el propósito de devolver el esplendor a la tierra que los vio nacer.