Las Puertas de la Ayahuasca es, en el más profundo sentido, una invitación a ver el miedo y el dolor de otra manera.

Este es un libro totalmente autobiográfico y sincero, que no busca el regodeo en la propia experiencia ni considera que las vivencias propias tengan algún tipo de valor superior a las de cualquier otro ser humano. Un argentino radicado en Estados Unidos, periodista de gran influencia y empresario exitoso, relativamente escéptico, predominantemente racional y temeroso de perder el control de sus actos, decide en un momento de su vida probar ayahuasca, esa mezcla de hierbas que, durante más de dos milenios, los pueblos amazónicos usaran en tomas rituales, como elemento de sanación psico-espiritual y contacto con el Más Allá.

Se somete entonces a tres experiencias sucesivas, aunque mediadas en el tiempo y la distancia. Y lo que narra (en primera persona) es no sólo los pormenores de la sucesivas ingestas y las reacciones físicas que estas producen. El autor nos toma de la mano y nos lleva consigo al interior de sus más bellas y horribles sensaciones; del encuentro con sus obsesiones, miedos, sueños y temores, a los que la “planta mágica” lo enfrenta una y otra vez.

Los comentarios que realiza sobre su historia personal, sobre su experiencia como paciente de diversas terapias y sus traumas de vida, se incluyen como referentes de esa gran confrontación interna, donde durante o después de cada ceremonia, las más extrañas “alucinaciones” pasan a mostrarse como un juego de espejos reveladores. También incluye relatos sobre otros de los participantes y su articulación con ellos, lo que se va evidenciando como una apertura de piezas sujetas a la interpretación, donde la racionalidad no es eje sino sólo otra herramienta para el ensamble de “casualidades” asombrosas, y tramas que demandan una genuina voluntad de comprensión superior.

Sin afán proselitista ni egocentrismo, con un estilo ágil y llano que no desdeña los guiños de época ni el humor, el narrador somete su experiencia al lector sin subestimarlo, invitándolo a que piense si su itinerario absolutamente personal no encierra en sí las claves de un universo más amplio y colectivo.