El chef latino más famoso de Estados Unidos comparte la historia detrás de su comida, su familia y su trayectoria profesional.

Antes de que el chef Aaron Sánchez saltara a la fama por sus apariciones en programas de televisión como MasterChef y Chopped, era un niño, un mexicoamericano travieso, criado por una mujer con una determinación incansable y de invaluable talento, chef y restauradora de éxito por derecho propio: a ella se le atribuye el mérito de introducir la cocina mexicana a la escena gastronómica de la ciudad de Nueva York. En muchos sentidos, Sánchez, quien perdió a su padre cuando era muy joven, estaba destinado a seguir los pasos de su madre Zarela. De niño pasaba las noches en el comedor de su casa rodeado de algunos de los chefs y restauradores más influyentes de Nueva York. A los 16 años, sin un rumbo determinado, su madre lo envió a trabajar para el reconocido chef Paul Prudhomme en Nueva Orleans.

En sus memorias, Sánchez se adentra en sus años de formación con gran sinceridad, inyectando adrenalina en su historia y revelando cómo se enamoró de la cocina y comenzó una carrera en el trepidante mundo culinario. Sánchez comparte las lecciones invaluables que aprendió de su crianza y su formación, tanto dentro como fuera de la cocina, y ofrece una mirada íntima a la vida caótica y poco tradicional de un chef profesional y una personalidad de la televisión. Sus memorias cuentan la historia personal de Sánchez, un niño latino sin padre cuyo talento y pasión lo llevaron a la cima de su profesión.