La vida de Lila es perfecta: es una veterinaria exitosa, está casada con el hombre de sus sueños y es la orgullosa madre de dos gemelas recién nacidas. Pero su idílica vida se ve destrozada cuando un lobo la ataca durante una visita rutinaria a la propiedad de un cliente en el bosque. Dada por muerta, despierta y se encuentra reencarnada como una loba en la misma manada del lobo que acabó con su vida humana. Luchando por adaptarse a su nuevo cuerpo y vida, Lila se encuentra atrapada entre dos mundos. A medida que crece junto a sus hermanos, comienza a cuestionar su lugar en la manada y el propósito de su reencarnación.

Su madre, Shira, le enseña sobre el Gran Lobo, una diosa divina que creó la especie de los lobos y predijo una profecía de paz entre lobos y humanos. La profecía habla de una joven humana que, tras morir a causa de los dientes de un lobo, renacerá como loba con la capacidad única de hablar con ambas especies, uniéndolas y sanando la brecha entre sus mundos. La revelación deja a Lila preguntándose si ella es la loba predicha por la leyenda.

Para complicar su viaje, su padre, Kael, el feroz y desconfiado alfa de la manada. Kael ve a todos los humanos como amenazas, moldeados por su trágico pasado y la pérdida de su primera compañera a manos de los cazadores. Descarta la profecía como un mito absurdo, instando a Lila y a sus hermanos a centrarse en la supervivencia y la fuerza.