Estamos ante una de esas obras que ocurren raramente en las que la poesía y la vida pergeñan una intrigante apuesta: la de una autora que sin llegar a los veinte años publica un libro cuya madurez literaria aplastaría a cualquier lector.

Un poemario con un interesante tono personal donde el yo poético plantea un diálogo de cuestionamiento que pone de relieve la conflictiva construcción de una identidad, y la dudosa legitimidad de esa aspiración. Algo que queda claramente reflejado en poemas como “Mi otro yo”, “Lo que quiero ser y lo que soy distan mucho de parecerse”, “La mirada de una mujer en los baños de un bar me ha conmovido” o “Identidad o muerte”.

Con esta obra Victoria García irrumpe en el escenario de la nueva poesía española con una potente y seductora personalidad lírica que tiene aún mucho que contar. Y es que pocos conceptos reúnen en su campo semántico tantos matices ligados al drama clásico de la caída y la reconstrucción personal como el que pone título al libro. Con una poética poderosa y desembarazada de prejuicios estéticos, Victoria García hace uso de esa palabra para irrumpir en el panorama literario nacional con un libro que se nutre de la mejor tradición moderna y contemporánea.

Naufragio es un poemario que retrata un estado de encuentro consigo misma, generando una “conciencia de ser” que se resquebraja y se abraza ante la propia voluntad de comprender quién es una, cómo siente, cómo ama y cómo se ofrece a la vida.

Con un lirismo intenso que hace del oficio un luminoso don, atenta a la belleza en la expresión como categoría inherente al ars poetica, y con una profundidad introspectiva que despoja a las emociones de cualquier convención, Victoria García se posiciona con este poemario como una de las propuestas más sólidas e interesantes de la poesía española emergente.