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Sherlock Holmes descubre quien realmente que se encuentra oculto detrás de La Dama Rubia. ¿Le servirá este descubrimiento al detective inglés, para poder atrapar a Arsenio Lupín?

En esta nueva aventura de Arsenio Lupín, sucede lo inesperado: Sherlock Holmes y el mismo Arsenio Lupín, se sentarán a la mesa y compartirán sus impresiones sobre los misteriosos casos que el famoso detective investiga. El flemático inglés parece pisar los talones a Arsenio Lupín, pero no se espera el giro que Lupín le tiene preparado y la sorpresa que el británico se lleva es mayúscula.

El marido de Ivonne Doriñy, quiere quitarle la custodia de su hijo y para ello ha urdido una pequeña conspiración rodeada de maldad. Ivonne, aterrorizada ante la idea de perder a su pequeño, se pone en contacto con la única persona que le inspiró confianza en el pasado: Horacio Velmont. Éste acude inmediatamente en su ayuda y diseña un plan para contrarrestar las acciones del marido de Ivonne. Todo gira en torno a su anillo de boda.

Lupin observaba con sus prismáticos a la joven que había salido del pequeño castillo de Montpertui a dar de comer a los pájaros. Pero de repente un enorme gran danés, salió de algún sitio y empezó a correr a toda velocidad hacia la joven ladrando enfurecido. Unos segundos después sonó un disparo. -Lo siento -dijo Lupin-, pero tenía que escoger entre el perro o usted. Mientras la joven le daba las gracias, Lupin examinó el collar del animal. -Alguien ha roto la cadena del perro. Creo que la quieren matar.

El granjero Gussot y sus fuertes cuatro hijos volvían un día del trabajo y cuando llegaron a casa se encontraron a su madre desmayada en el suelo. Alguien la había atacado. Cuando consiguieron que recuperar el conocimiento lo primero que dijo fue: -¡No es nada, no es nada! ¡Se ha llevado el dinero. Corred tras él! A punto estuvo el granjero Gussot, de cazar al ladrón. Pero se le escurrió entre los dedos. Sabían que la finca estaba vallada y sólo tenía una entrada.

Una tarde mientras le preguntaba a Lupin sobre sus casos más sonados, me empezó a dictar números, en lo que yo pensé era una serie completamente aleatoria. Tras varios minutos así, haciéndome poner en tela de juicio la cordura de Lupin, me di cuenta, de que los números representaban una secuencia de destellos, que parecía alguien estaba enviando desde una ventana del edificio del frente a nuestro. Era un mensaje.

Un crucero de placer en el que las damas juegan partidas de cartas, mientras los hombres hablan de política y todo ello al vaivén de las olas del Mediterráneo. No puede haber situación más idílica y tranquila, hasta que de repente el telégrafo informa al capitán de que entre sus pasajeros está el temido y admirado, Arsenio Lupin. Los pasajeros diseñan toda clase de estratagemas para intentar identificar al famoso ladrón, sin conseguirlo, pero el amor será capaz de hacer bajar las defensas de Arsenio Lupin, que se va encontrar con su enemigo/amigo el detective Ganimárd.

La cuarta aventura de Arsène Lupin nos trae una vuelta de tuerca a las vicisitudes que siempre rodean a nuestro ladrón favorito: en esta ocasión, una de sus víctimas ha aparecido asesinada. Lupin será acusado injustamente y acabará colaborando con la policía para encontrar al culpable. Sin embargo, le espera una enmarañada trama de intrigas políticas, acertijos imposibles de resolver, unas cartas del mismísimo Bismarck y un enigmático reloj que tiene grabada la cifra 813... una cifra de la que podría depender la vida de Lupin.

El duelo definitivo entre el mayor de los detectives y el ladrón más habilidoso del mundo. Las andanzas de Lupin han hecho que sus enemigos se confabulen para traer a Sherlock Holmes desde Londres para dar caza al escurridizo ladrón. Holmes descubrirá tres de los mayores secretos de Lupin, pero quizá nuestro querido bribón tenga aún un as guardado en la manga...

Isidore Beautrelet, estudiante y detective aficionado, no atrapará a Arsène Lupin. Pero su intervención en los asuntos del ladrón acabará trágicamente para Lupin. En medio de la noche, unos desconocidos desvalijan el castillo del conde de Gesvres. Su secretario resulta muerto y uno de los ladrones, herido. Cuando llega la policía no falta ningún objeto ni pueden encontrar al ladrón baldado que se esconde en la propiedad. Isidore Beautrelet, enigmático estudiante de retórica, se propone desentrañar el misterio. Todo parece llevar la firma de Arsène Lupin.

El Conde de Otrec, aparece muerto en su habitación de un modo inexplicable. El legendario Diamante Azul, que a través de los años había llegado a su poder ha desaparecido tras su muerte. Todo parece apuntar a que nuestro amigo Arsenio Lupín y su misteriosa amiga La Dama Rubia andan detrás del escandaloso suceso que mantiene en vilo y alerta al detective Ganimard.

1921. Arsène Lupin se dedica ahora a la educación de niños pobres en la zona accidentada al norte de París. Pero las "fuerzas oscuras" quieren apropiarse de un libro misterioso, propiedad de uno de sus antepasados, quien fue un general del Imperio. Estos bandidos están dispuestos a todo, incluso a poner en peligro la vida de Cora de Lerne, "el último y único amor" del famoso caballero-ladrón.

Mañana a las cuatro de la tarde, Sherlock Holmes, el gran policía inglés para quien no existen misterios; Sherlock Holmes, el más extraordinario descifrador de enigmas que jamás se haya visto, el prodigioso personaje que parece forjado de pies a cabeza por la imaginación de un novelista, será mi huésped. Hubo exclamaciones. ¡Sherlock Holmes en Thibermesnil! ¿Era esto en serio? ¿Arsenio Lupin se encontraba entonces realmente en aquella región?

El inspector Diesí, no va a permitir bajo ningún concepto que Arsenio Lupin que está bajo su custodia en prisión pueda ponerse en contacto con sus cómplices fuera de la misma, para seguir llevando a cabo sus fechorías desde la coartada perfecta, dentro de la cárcel. Sin embargo, no saben cómo, Arsenio Lupin sigue comunicándose con el exterior, e inexplicablemente el día del juicio de Arsenio Lupin, este parece haber desaparecido, ocupando su lugar un mendigo, débil mental. ¿Cómo ha podido escaparse con las medidas de seguridad que la prisión tiene?

Arsenio Lupín, se enfrenta a su archienemigo Ganimard en una nueva aventura. En esta ocasión, Lupín tendrá que ingeniárselas para conseguir cobrar un billete de lotería que ha conseguido robar a un noble francés. Para ello se verá ayudado por su misteriosa compañera La Dama Rubia.

¿Cómo conocí yo a Arsenio Lupin? La respuesta es fácil: la casualidad únicamente ha presidido una elección en la cual mis méritos no cuentan para nada. Es la casualidad que me ha puesto sobre ese camino. Es por casualidad que yo he estado mezclado a una de sus más extrañas y de sus más misteriosas aventuras, y es por casualidad, en suma, que yo fui actor en un drama del que él fue el maravilloso director; drama oscuro y complejo, erizado de tales peripecias, que experimento un cierto embarazo en el momento de emprender el relato.

La mayor aventura de Arsène Lupin nos lleva a un robo que nuestro querido ladrón de guante blanco ni siquiera ha planeado. Lupin se ve envuelto en la desaparición de un misterioso tapón de cristal de casa de un potentado político. Sin embargo, ese tapón esconde un turbio secreto. Lupin acabará dentro de una trama de corrupción política en la que se jugará algo más que la libertad y la vida.

El castillo de Malaquías es un reclamo turístico que todo el mundo visita. Construido sobre una roca en el centro del Río Sena en su día fue una fortaleza inexpugnable. Hoy lo habita el barón Satán y allí tiene todos los tesoros que ha ido acumulando a lo largo de su vida: cuadros de pintores famosos esculturas únicas y tapices maravillosos. Arsenio Lupin está en prisión y aún así envía una carta al barón pidiéndole que le envíe la mayor parte de sus cuadros y esculturas a una dirección determinada. Y en caso de que no lo haga, pasará el mismo recogerlo.

Un singular juego del gato y el ratón que enfrenta a dos personajes singulares en una carrera desenfrenada por hacerse con uno de los mayores tesoros secretos de Francia. El precoz inspector Isidore Beautrelet investiga un asesinato en la campiña francesa. Pronto sus investigaciones lo obligan a cruzar su camino con el de Arsène Lupin, ladrón de guante blanco que busca la Aguja Hueca, un objeto de gran valor en cuyo interior reside el poder de desarticular toda la república francesa.

Arsenio Lupin empleó una media hora larga para abrir la segunda puerta, una puerta de cristales que daba al dormitorio. Pero lo hizo con tanta precaución, que aun en el caso de que la condesa no estuviera dormida, ningún crujido extraño la hubiera inquietado. Conforme a las indicaciones de su plano, no tenía más que seguir el contorno de un canapé. Esto lo llevaba a una butaca y luego a una mesita situada cerca de la cama. Sobre la mesa había una cajita de papel de cartas, y encerrada simplemente en esa caja estaba la perla negra.