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Cuentos para Dormir de Las Mil y Una Noches ¿Quieres sumergirte en un mundo de magia, aventuras y sabiduría antes de dormir? Cuentos para dormir de Las mil y una noches te llevará a tierras exóticas donde los deseos se cumplen, los genios habitan lámparas encantadas y los valientes héroes desafían el destino. Inspirado en la legendaria colección de relatos narrados por Sherezade, este libro reúne algunas de las historias más entrañables jamás contadas.

No existe en la historia de la literatura una parábola más sencilla y luminosa que la de Sherezada y Sahrigar para explicar la razón de ser de la ficción en la vida de los seres humanos. Para Sherezada contar cuentos que capturen la atención del Rey es cuestión de vida o muerte. Si Sahrigar se desinteresa o se aburre de sus historias, será entregada al verdugo con las primeras luces del alba. Ese peligro mortal aguza su fantasía y la lleva, sin saberlo, a descubrir que el mundo de la ficción es, como el mundo real, uno, diverso e irrompible.

¿Miedo al futuro? ¿Ataques de pánico? ¿Angustia existencial? ¿Ansiedad generalizada, fobia social, trastorno obsesivo-compulsivo, depresión o claustrofobia? No importa cómo se manifieste: el miedo es una emoción humana fundamental y completamente natural. Nace en momentos donde nuestro cuerpo o nuestra mente perciben peligro o amenaza.

Miuko se dio cuenta de que algo había cambiado en cuanto la shaoha la besó. Lo había sentido muy dentro de ella: la sensación de una semilla abriéndose, un zarcillo frío arrastrándose hacia fuera. Durante cuatro días, se había permitido creer que sólo su aspecto exterior se había visto afectado, pero ya no podía ignorarlo. La maldición no sólo había cambiado su piel. Temió que también estuviera cambiando su corazón.

¿Es más punzante el sonido que el silencio? En estas páginas, Uriel Reyes ha vertido relatos escalofriantes en los que la noche se presenta afilada y solitaria. Esa noche cae como un pesado cuchillo sobre la realidad que abre una grieta hacia lo paranormal. El rechinar de una puerta, un cristal roto, una voz distorsionada… con la puesta del sol, estas cosas sufren una metamorfosis literal y metafórica que nos empujan hacia un miedo sofocante. Estos son sucesos que uno quisiera contar a susurros, como para no invocar algo terrible.