Resultados Editorial "Audible Studios" en Romántica

Dice una antigua leyenda, que las almas gemelas son dos mitades de un alma que fue dividida, y que estas, a lo largo de su existencia, se buscan para volver a unirse y convertirse en una sola alma. Todos tenemos un alma gemela que en alguna parte nos espera, con quien estamos predestinados a reencontrarnos para no separarnos jamás. Algunos ya la encontraron, otros estamos a una luz roja y un choque, de encontrarla. Victoria y yo estábamos destinadas a encontrarnos, pero el destino no lo pondría muy fácil, porque yo tenía novio.

Marc es un joven veinteañero, obsesivo, tímido y tremendamente enamoradizo. Una noche conoce a Lucas, alto, guapo, rubio, con ojos color mostaza y labios de ídolo africano, del que acaba enamorándose perdidamente a primera vista. Pese a que parece que ese enamoramiento es correspondido, Lucas lo llevará a un mundo que desconoce, agarrándolo directamente desde el corazón y arrastrándolo a un torbellino de discusiones acaloradas, reconciliaciones pasionales y, en definitiva, grandes noches por las calles madrileñas.

Esta historia narra la dinámica homosexual entre dos mujeres, para la sorpresa de muchos, nuestra protagonista se enamorada de una mujer casada con otra mujer, y ella, después de haber estado con hombres la llegada de Amelie a su vida le da un giro turbulento de 180 grados la descoloca y tiene que decidir si seguir su corazón y arriesgarse, o entregarse a sus miedos y quedarse en lo conocido y lo que para ella se siente "seguro".

Han pasado seis meses desde que Marc y Lucas vivieran su intensa historia de (des)amor, y hay cosas que son difíciles de superar...hasta que aparece Leo, un joven con piel de café arábigo, cantante indie y tremendamente magnético que atrae a Marc como una mosca hacia la luz azul.

Siempre observados por los prejuicios de la gente, los hermanos Kendrick eran tan opuestos como el día y la noche. Mientras que a Seth, el mayor, lo catalogaban como el mismísimo Sol del sistema que formaban sus familiares y compañeros, a Joshua todos lo veían casi como una luna: oscuro, alejado, distante.