Artemis Fowl [Spanish]

Artemis Fowl tiene doce años, una mente privilegiada y un plan perfecto: robar el oro de las criaturas mágicas para financiar su pequeño imperio criminal. Lo que todavía no sabe es que los duendes, elfos y hadas del mundo subterráneo poco se parecen a los de los cuentos infantiles...Equipados con la tecnología más puntera y armados hasta los dientes, están más que preparados para la lucha. Pero Artemis también.

Las criaturas mágicas han decretado la alerta máxima: alguien está proporcionando energía de alta potencia a los goblins, los seres más estúpidos y peligrosos de la Tierra. El sospechoso principal no es otro que Artemis Fowl, el chico de trece años que ya les tomó el pelo en una ocasión. Pero él tiene sus propios problemas: la mafia rusa retiene a su padre y solo un milagro podrá salvarlo. Quizá esta vez no baste con un plan brillante. Quizá esta vez Artemis necesite ayuda...

Si no, pregúntales a las Criaturas mágicas o a las que viven en el Ártico quién soy; seguramente formo parte de sus pesadillas mástemidas, y eso a mí me gusta. Sepas que yo pienso, y Mayordomo actúa. Fui el primer humano que se enfrentó a los seres subterráneos y conseguí lo que quería: oro y algún secreto más.

Artemis, el primer humano que consiguió descubrir el mundo de los seres subterráneos, siempre se ha salido con la suya. Después de tres peligrosas aventuras, acaba de sufrir un barrido de memoria y no recuerda nada de las Criaturas Mágicas; por eso se dedica a otros quehaceres: esta vez, robar una enigmática obra de arte que solo unos pocos conocen.

Bueno, bueno, bueno, esto se pone interesante... No sé si sabes, inculto mortal, que hace diez mil años las familias mágicas decidieron vivir en el subsuelo para ocultarse de vosotros. Todos menos una: la de los demonios. Gracias a un hechizo temporal, permanecieron en otro lugar y en otro tiempo, preparándose para la gran batalla que debían librar contra vosotros, miserables humanos. Pero hasta los magos se equivocan y el hechizo está empezando a fallar: yo sabía -aunque te explicara por qué, tu inteligencia de mosquito no lo entendería- que el primer demonio aparecería en Barcelona.