Reyes de la Mafia de Michigan

"Solo escucha, nena. No viste lo que crees que viste."

Aggie Miller apenas logra mantener su vida en pie… está soltera, embarazada y desesperada por conservar su trabajo temporal como sirvienta en la finca de los Perrigo. No puede permitirse ningún error. Pero cuando se topa con un asesinato brutal, su mundo se desmorona. Y Ronan Perrigo, el peligroso y encantador ejecutor, la atrapa en el acto.

Ahora está atrapada. No en una celda, sino en su mundo. Ronan no solo la mantiene cerca para proteger los secretos de la familia Perrigo… la mantiene cerca para sí mismo. Ella jura que no quiere tener nada que ver con un criminal despiadado como él, pero la forma en que él la observa, la forma en que sus manos ásperas se quedan un poco más de lo debido, le corta la respiración y acelera su corazón.

Cuando los enemigos se acercan, Ronan deja claro que Aggie le pertenece. Y cuando ella entra en labor de parto sin nadie más alrededor, son sus manos las que traen al mundo a su bebé. Su voz la que la calma. Sus labios los que prometen un futuro que ella nunca pensó que podría tener.

Debería huir. Debería resistirse. Pero cuando Ronan Perrigo gruñe: “Eres mía, nena”, ya no está segura de querer luchar.

Solo tiene que escuchar.