Durante los últimos 2 años, como país y como mundo, nos hemos enfrentado a una crisis para la que ninguno de nosotros estaba preparado. En este golpe repentino que fue el coronavirus, el mundo recibió una invitación para ver y cuestionar las cosas tal y como eran. Una de las cosas más importantes que surgieron en medio de la pandemia fue el “AUTOCUIDADO”.

Con los cierres del gobierno y los toques de queda, la gente se vio obligada a estar en casa separada de los demás y vio de primera mano cuál era su nivel de autocuidado y, en medio del pánico, algunos se dieron cuenta de su falta del mismo.

Lo que antes se consideraba un artículo de lujo, ya no lo era. Ahora era una llamada al 911 que todo el mundo hacía. Al frente de las líneas que llamaban al 911 estaban los servicios de emergencia y los cuidadores. Mientras hacíamos sonidos alentadores con cacerolas y sartenes, los que más necesitaban cuidar a los demás eran los que en ese momento más necesitaban del autocuidado.

Este libro es una conversación y una invitación, ahora no solo al autocuidado, sino al valor de tener un plan, una rutina, para poder ser tu mejor versión cuando más importa para ti y para el bienestar de los que te rodean. Yo me cuido primero es el grito del corazón que los que estamos acostumbrados a cuidar de los demás queremos llorar pero no sabemos cómo hacerlo.

Obtendrás un relato a profundidad de las conversaciones que tuvieron lugar con la madre de un niño con necesidades especiales que estaba a punto de derrumbarse y los pasos que tomó para reconstruirse a sí misma. Terminarás este libro preguntándote por qué nadie te dijo nunca que el mundo está mejor con la mejor versión de ti, y que el autocuidado no es la respuesta reactiva a la crisis, sino una respuesta proactiva que nos permite sobrevivir y prosperar cuando la crisis llega