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Los últimos años de Jamie no han sido nada agradables. Su mujer lo abandonó dejándolo solo con sus dos hijos, algo que lo ha marcado profundamente. Sin embargo, al ver por primera vez a Annie afloran en él sentimientos y anhelos que creía hasta entonces dormidos. Annie se acaba de mudar a Bakersfield y solo buscaba un lugar para arreglar su coche, pero se encontró frente a frente con el dueño de los ojos más tristes y cautivadores que había visto nunca. Un misterio el de sus ojos, que deseaba descubrir.

@nh487, como se la conoce en las redes, nos deslumbra en De qué dolor son tus ojos con una prosa limpia y directa al corazón. La fuerza de una joven que cree que nada es imposible y que "cualquier parecido con la realidad es pura incongruencia". El claro ejemplo de que el dolor y la belleza pueden convivir hermosamente. Una lección de vida y esperanza.

Pecola es una niña pequeña que vive con sus padres y tiene una prima que se llama Claudia. Le gustan las muñecas y las caléndulas, que no le gustan a nadie excepto a ella. Pecola es negra y cree que es fea porque no se parece a Shirley Temple. Y tiene un truco para desaparecer cuando sus padres se pelean o su padre la molesta por las noches: piensa que tiene unos preciosos ojos azules, que todo el mundo admira su belleza y que las otras niñas la envidian. Pero ese sueño nunca se convertirá en realidad y Pecola seguirá atrapada en la triste vida que le ha tocado en suerte.

El itinerario de Sergio Rodríguez Blanco nos recuerda a las mejores páginas de sus dos modelos del viajero intelectual: José Vasconcelos y Sergio Pitol. El autor nació en España, pero desde hace años habita en México en un mundo fluido: sale a caminar por el centro de la Ciudad de México y de pronto lo acompañamos a una lección de arte contemporáneo en la bienal de Venecia. Desentraña el misterio de una película que Federico Fellini jamás rodó y páginas después, Sergio comprende que volver a México es una forma más de reiniciar el viaje.