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La bibliografía reciente sobre la historia de la Guerra Civil española está integrada, sobre todo, por obras especializadas, destinadas a los investigadores. Faltan hoy síntesis accesibles que puedan cumplir la función que en su tiempo desempeñaron libros como los de Gabriel Jackson o Hugh Thomas, aproximando al lector medio el estado actual de los conocimientos, lo cual resulta tanto más urgente tras unas décadas en que la investigación ha aportado nuevas certezas y ha desvanecido viejos mitos.

Sofía de Grecia es la última reina consorte europea de sangre real. Bisnieta, nieta, hija, esposa y madre de reyes, está emparentada con todas las casas reinantes de Europa. La niña que creció en el palacio de Tatoi fue educada para reinar y en el internado alemán de Salem aprendió que el sentido del deber está por encima de los sentimientos. Carmen Gallardo ahonda en la figura de una mujer excepcional a la que le ha tocado vivir momentos duros.

Juana I la Loca (1479-1555), reina de Castilla de 1504 a 1555, era hija de los Reyes Católicos. De acuerdo con la política exterior de su padre, contrajo matrimonio con el archiduque Felipe el Hermoso, primogénito de Maximiliano I. En 1504 aparecieron los primeros síntomas de enajenación mental, que se acentuaron a la muerte de su esposo en 1506. Su vida estuvo llena de intrigas y luchas por el poder. Esta referencia, puramente histórica, no explica el extraordinario y dramático destino de esta reina, a quien el pueblo llano tituló «doña Juana la Loca de amor».

Antonia Scott es especial. Muy especial. No es policía ni criminalista. Nunca ha empuñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo, ha resuelto decenas de crímenes. Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí fuera.

«Sonó el teléfono y supo que la iban a matar. Lo supo con tanta certeza que se quedó inmóvil, la cuchilla en alto, el cabello pegado a la cara entre el vapor del agua caliente que goteaba en los azulejos. Bip-bip. Se quedó muy quieta, conteniendo el aliento como si la inmovilidad o el silencio pudieran cambiar el curso de lo que ya había ocurrido.»

«Sonó el teléfono y supo que la iban a matar. Lo supo con tanta certeza que se quedó inmóvil, la cuchilla en alto, el cabello pegado a la cara entre el vapor del agua caliente que goteaba en los azulejos. Bip-bip. Se quedó muy quieta, conteniendo el aliento como si la inmovilidad o el silencio pudieran cambiar el curso de lo que ya había ocurrido. Bip-bip.

Soy una mala persona, mintiéndole a mi esposo, engañándolo, mirándome con el enemigo a sus espaldas. Dominic Cavalli cometió un único error en el pasado. Obligarme a ser su esposa fue su mayor equivocación. Creer que la dulce Emilie que conoció se quedaría de brazos cruzados después de su manipulación y traición.

Soy su entretenimiento, su juguete, el pago de la deuda. Me digo que le odio, pero cada vez que entra en mi habitación, mi cuerpo me traiciona. ¿Cómo puedo desearle y temerle al mismo tiempo? No me di cuenta de que esto sería una completa anarquía. Debería haberlo sabido. Cuando interviene Mount, no hay reglas. No me rendiré. No mostraré debilidad. Me mantendré firme y saldré de esta empresa con mi corazón y mi alma intactos. Pero él tiene otros planes....

One day, at the age of 31, Susan Richards realized that she was an alcoholic. She wrote it down in her journal, struck by the fact that it had taken nine years of waking up hung-over to name her illness. What had changed? Susan had a new horse, a spirited Morgan named Georgia, and, as she says, "It had something to do with Georgia.

Imagine if you can buy a house. Rehab this house. Rent out this rehab house to a qualified renter. You then go to the bank and refinance this beautiful house. Pull some equity out, lower the APR, and then guess what? Repeat. Do it again. This may sound too good to be true but believe me, it’s happening every day. This book will be an eye-opener. It has the side effect of making you lots of money.

Jag jobbar ensam. Jag kanske är den bästa tjuven i världen men ingen kommer någonsin att veta någonting om mig. Eller ja, nästan ingen. För en livstid sedan hade jag en mentor, Angela. Hon lärde mig att bli kriminell, hur man genomför riktigt stora jobb. Och nu, sex år efter att hon dumpade mig under ett jobb i Kuala Lumpur, skickar hon ett SOS till mig. Jag tror åtminstone att det är från henne. Och är det så, måste jag dit. Det är jag skyldig henne. Snart sitter jag på ett plan till Macau, antingen för att träffa en vän eller för att gå rakt i en fälla. Eller båda på samma gång.

Children of all ages will delight in listening to these four original stories performed by Oscar, Emmy, Grammy, and Tony-winning celebrities: Beloved actress Betty White starts off this collection reading Mary Sheldon's A Day at the Zoo, the story of Lizzy and her troublesome friend Eric on the day they finally get to visit the zoo.

Sharon Stone performs Dancing in the Park, the story of a dancer named Claudia who is determined to cheer up a sad little boy in the park.