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Estos son cuentos de ciencia ficción o de eso que llamaría Adolfo Bioy Casares “la imaginación razonada”. Un conjunto de narraciones de lo insólito que van desde distopías hasta propuestas para el fin del mundo pasando antes por viajes hacia el universo interior.

Santiago Iribarren se ha ido y nadie conoce su paradero, con la excepción de su hermano menor: Pablo. Pero Santiago le ha hecho jurar a su hermano que nunca, bajo ninguna circunstancia, puede revelar su ubicación ni tampoco buscarlo. Serán diez años de ausencia en los que Pablo –músico de profesión– decidirá escribir cartas a Santiago contándole de la vida que ha dejado atrás, de su hermano que se quedó mientras él se fue, de sus aventuras y tropiezos, de sus amores y desamores.

Se dice que en el centro de la Ciudad de México hay una máquina construida por un hombre llamado Macedonio, ese artefacto imposible es capaz de materializar fantasmas.

Santiago Iribarren se ha desaparecido. Antes de partir con rumbo desconocido, ha dejado a su mejor amigo las instrucciones para hacerle un documental autobiográfico. En ese documental deberán ser entrevistadas una a una las mujeres de la vida de Santiago: su madre, su hermana, su prima, su primer amor, su novia de la juventud, su exesposa, su amante y su última pareja. Pero la encomienda es complicada y larga, porque una vez grabadas todas las entrevistas deberá esperarse una década para volver a entrevistar, en el mismo orden y con exactamente las mismas preguntas, a las mismas mujeres.

Este audiolibro reúne un conjunto de relatos que giran en torno a la construcción de un universo alterno. Un universo interior, tocado por la fantasía, al cual se puede transmigrar a voluntad. O bien puede ser que sea el universo alterno el que se las ingenie para irrumpir en esta realidad. De manera que el tejido de la cotidianidad de pronto se ve atravesado por la extrañeza, lo insólito, por algo que no debería estar allí pero cuya presencia –por fin– le otorga algo de sentido a la sinrazón.