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"A través del borde de mi ropa interior, trazó la línea de mis labios mayores, casi haciendo que me viniera en el momento. Debe haber sentido la descarga de corriente que corrió́ por mi sistema cuando me tocó, tiene que haberla sentido…” – Todo está en las manos Si te gusta explorar tus límites sexuales y llevarlos más allá, estos relatos calientes están hechos para ti. Estos relatos te hacen participar de un trío en un club erótico así como seguir de cerca a una mujer deseosa que se arquea de placer entre manos expertas. De pronto, aparecerás en medio de una fantasía de ninfas y faunos.

Tony y Jack llevan años viajando por el mundo como exitosos músicos de rock. Se conocen muy bien. De hecho, se conocen más que bien. Pero esa noche Jack parece preocupado, hay algo que le da vueltas por la cabeza. Sin embargo, Tony sabe cómo transformar la noche en un festival de lujuria y diversión.

"Deslizó la mano por su estómago, apenas rozó su cadera y acarició su pierna. Hizo lo que le habían indicado y tomó el dobladillo de su vestido y lo levantó hasta la cintura. Al deslizar sus dedos por debajo encontró el liguero, pero nada más. No había ropa interior. Tengo el presentimiento de que planeas seducir a alguien esta noche... murmuró."

"Voy a dejar que me cojas ahora, Max. Sé suave, ve lento, haz que dure. Max Campbell está acostumbrado a obtener lo que quiere. Eddie Patterson está acostumbrado a dárselo. Amantes y ex colegas, a Max y Eddie estaban acostumbrados a una caricia robada o una cogida frenética en el baño de la empresa. Eso, hasta que Eddie decidió vender sus acciones y dejar la ciudad. Caliente y harto de masturbarse o tener encuentros fugaces y sin sentido, Max se sube al auto para ir a visitar a su viejo amigo, desesperado por gozárselo."

La estrella de rock Paul McKenzie tenía una nueva regla: ser fiel a su mujer. Algo en lo que había sido bastante bueno recientemente. Pero cuando se encuentra con su fan más devota, Candice, sola y llorando en una estación de servicio en el medio de la nada, no puede simplemente darle la espalda. Sus enormes ojos azules se ven tan desamparados. Aunque tiene bien claro en lo que se está metiendo, se ofrece a llevarla a Londres, porque ¿qué podría pasar en un auto a toda velocidad por la M20? Sin lugar a dudas, debía hacer lo correcto.

"Ella lo sabe. Ah, vaya que lo sabe. Carajo. Y entonces ocurre. Su mano baja por un muslo y al llegar al sexo, lo palmea con suavidad. Con la mirada fija en él, con los ojos fijos en los suyos. Un cosquilleo familiar recorre sus partes bajas. Su pene está volviendo a la vida. Con rapidez."

Tony y Jack llevan años viajando por el mundo como exitosos músicos de rock. Se conocen muy bien. De hecho, se conocen más que bien y en ocasiones, como esa noche, Jack no puede evitar preguntarse qué tipo de relación mantienen realmente. Sabe que no están enamorados. Sabe que son grandes amigos. Y sabe que pasan veladas de sexo verdaderamente alucinantes.

"Joe se miró en el espejo. Se veía bien con la mano de Fred alrededor de su miembro. Muy bien y muy sexy. Por un momento consideró lo sensual que se vería si los labios de Freddie tomaran el lugar de sus manos. No tuvo mucho tiempo para pensarlo porque Fred finalmente bajó su cabeza y lamió la punta de Joe". Joe y Fred habían conducido de Los Ángeles a Las Vegas y ahora van de regreso a través del desierto. Joe maldice a Fred por la idea, porque es el único que conduce mientras su amante ronca feliz a su lado.

Observé a Mark volviendo a la silla al ritmo de la música. Tenía un control total de su cuerpo, su mente, de la habitación y de mí. La escena hizo que mis pezones hormiguearan y sobresalieran a través de mi sujetador de encaje y de mi blusa manchada de vino. Cuando saltó sobre la silla y comenzó a mover sus caderas en círculo, girando su trasero melocotón hacia mí y poniendo sus fuertes brazos sobre su cabeza, ese hormigueo viajó hacia el sur a la velocidad de la luz.

La relación entre Ellie y Paul Miller siempre ha sido profesional. Bien, casi siempre. Todo ha vuelto a la normalidad después de su encuentro en el bar, donde la situación subió de tono rápidamente. En un giro inesperado de los acontecimientos, Ellie termina a solas con Paul justo antes del preesteno de un nuevo espectáculo de Broadway donde los dos participan. Lo que empieza con una mano posada inocentemente sobre la pierna de Ellie, rápidamente se convierte en una repetición de su encuentro en el bar.

"Lo sapeva. Oh. Se. Lo. Sapeva. Cazzo. E fu allora che accadde. Lei fece scorrere la mano lungo l'interno coscia, fermandosi sul suo sesso. Senza smettere di guardarlo, di fissarlo dritto negli occhi. Lui sentì quella ben nota contrazione là sotto. Il suo cazzo si stava risvegliando. Velocemente". Nick non è il tipo di uomo che deve masturbarsi sbirciando le donne; è una star del cinema, è attraente ed è noto col secondo nome di "stallone". Ma con la sua vicina di casa, non riesce a farne a meno.

Barrie y Jonathan acaban de casarse y cada momento que comparten se siente como nuevo. Su primera mañana juntos, su primer beso, la primera vez que tienen sexo. Sin embargo, algunas cosas si son realmente nuevas. Como el hecho de que Jonathan hablara sucio. Y la manera en que toma la iniciativa. Al cogerse a Jonathan, Barrie siempre ha sido el activo, pero ¿cómo decirle que no al hombre de sus sueños? ¿Y por qué querría hacerlo, de todos modos?

"Incluso después de llevar juntos tantos años, todavía es capaz de sorprenderme con sus habilidades. No sé cómo puede llegar a convertir una historia de amor en un video pornográfico y volver a enamorarme de nuevo. Es increíble cómo convirtió un momento romántico en un polvo salvaje con un solo toque."

"Paul me repasaba el cuerpo de arriba abajo, y entonces fue cuando me di cuenta. Acababa de entrar en su campo de visión vestida únicamente con un sujetador y braguitas blancas de encaje. Con una rodaja de limón en la boca." Por fin ha llegado la noche del estreno tras unos preparativos que parecían infinitos. Todo va como la seda y Ellie está dispuesta a relajarse y celebrarlo con algunos chupitos de gelatina. Cuando su torpe compañero le derrama vino en todo el vestido, no le queda más remedio que cambiárselo.

Para Ellie nada es más sexy y exitante que las manos de un pianista. Cuando por accidente el pianista Paul la escucha hablar sobre su fetiche secreto una noche en un bar, él le hace una oferta que no puede rechazar.

The wonder and mystery of The Great Tomes series continues with The Great Tome of Fantastic and Wondrous Places. Volume three of this collection features narratives revolving around the exploration of fantasy or alien locales in which the acts of exploration and adventure are central to the plot.

Barrie e Jonathan si sono appena sposati e ogni momento è una novità. La prima mattina insieme, il primo bacio, la prima volta a fare sesso... Eppure, certe cose sono più nuove e inaspettate di altre. Ad esempio, il fatto che Jonathan inizi a dire sconcerie. E a prendere il controllo. È sempre stato Barrie a essere attivo, nella relazione con Jonathan, ma come può dire di no all'uomo dei suoi sogni? E perché mai dovrebbe...? Julie Jones è una scrittrice di racconti erotici che ha scelto di rimanere anonima.

"Lei fece scorrere la mano sulla sua coscia, solo qualche centimetro in entrambe le direzioni, ma non c'era dubbio al riguardo. C gli stava accarezzando la coscia. E a lui piaceva". La rockstar Paul McKenzie ha una nuova regola: rimanere fedele a sua moglie. Ultimamente è stato molto bravo a rispettarla. Ma quando incontra la sua fan più devota, Candice, da sola e in lacrime a una stazione di servizio sperduta in mezzo al nulla, non riesce a voltarle le spalle. Ha un aspetto così indifeso, con quegli occhioni blu.

"Non smettere. Ti prego non smettere" dissi gemendo. "E allora dimmelo". "Tutto quello che vuoi Paul. Con quelle mani mi puoi fare qualunque cosa". "E cosa vuoi che faccia in particolare?" "Che mi scopi"." Non c'è nulla che ecciti Ellie tanto quanto l'idea che delle mani, per la precisione quelle di un certo pianista dalle lunghe dita sottili, la penetrino mentre è allungata su di un pianoforte. Quando Paul, che è proprio quel pianista, per caso la sente parlare dei suoi erotici organi prensili da "pornografia con le mani", Ellie si sente profondamente mortificata.

"Facendo scivolare le mani sul suo ventre, accarezzandole i fianchi e sfregandole la gamba fece quello che gli era stato chiesto. Afferrò il bordo del suo vestito e lo tirò su fino alla vita. Infilandole le dita sotto trovò presto il reggicalze ma niente altro. Non aveva le mutandine. "Ho la sensazione che avessi intenzione di sedurre qualcuno stasera..." mormorò." Harry e la sua nuova moglie, una splendida giovane sui vent'anni, litigano costantemente. Se non scopano, sono sempre lì a urlarsi dietro di tutto.